¿Cuántos de nosotros no crecimos entre videos familiares filmados en 8 milímetros? Pues Kodak apuesta por nuestra nostalgia como estrategia.
En plena revolución digital, por no decir hiperdigitalización de la información, hay quienes apuestan por retomar la calidad que implican los procesos analógicos.
No se trata de personas comunes, estamos hablando de Martin Scorssese, Christopher Nolan o J J Abrahams, pesos pesados de Hollywood que defienden la película frente lo digital.
Por otro lado no son pocos los productos que han tenido una segunda oportunidad en el mercado, como ejemplo está los discos de vinil en la industria de la música o las cámaras fotograficas instantáneas.
En este contexto y en una estrategia que parece arriesgada frente a la crisis que enfrenta, la compañía Kodak lanza una cámara de 8 milímetros.
La idea suena interesante, pero complicada, e implican varios procedimientos como conseguir los cartuchos de película, procesarlos, digitalizarlos para poder adaptarlos a los medios actuales, sumando que la calidad del Super 8 es relativamente pequeña frente a otras películas o implementos digitales y bueno no hay sonido.
Kodak lo tiene todo cubierto y bien pensado dentro de su estrategia; primero que nada apuntan a un mercado de profesionales que buscan resultados muy específicos, así que no les importará tomarse más tiempo del ordinario para lograrlo.
La propia empresa vende los cartuchos de película y por el mismo precio los procesa y digitaliza.
La cámara procesa la imagen en una especie de hibridacion análoga-digital, lo que mejora conciderablemente la imagen, además de incluir una óptica que ayuda bastante.
Y por último incluye micrófonos adaptables para la grabación de sonido.
Sin duda muchos nostálgicos y creativos tenemos la curiosidad de probar esta nueva cámara y revivir la época dorada de los videos familiares.
Para información más detallada revisen el siguiente video: