Las personalidades múltiples de M. Night Shyamalan.
Ya no hay posibilidad de escapar, no hay otra opción que morir, la pregunta es cuál de tus captores será el que se encargue de tu vida.
Varios han sido los intentos de Shyamalan para despojarse de las críticas negativas que han despertado sus últimas películas, lejos quedó la sorpresa con la que el director nos sacudió en El Sexto Sentido, muchas las promesas que se fueron diluyendo hasta el rotundo fracaso de Airbender: el último guerrero, pero la insistencia del director criado en Filadelfia es su mayor fortaleza y hoy parece renovada al presentar Split (Fragmentado).
Se trata de un thriller de horror que extiende la angustia hasta limites imposibles, más cercano a Halloween de John Carpenter que a Psicosis de Hitchcock, como le hubiera gustado a Shyamalan, y sin embargo constituye un buen trabajo dentro del género.
La película evade inteligentemente las vueltas de tuerca forzadas y apuesta por la construcción paulatina de la historia, lo que mantiene atenta a la audiencia y se convierte en su mayor virtud, aunado a un muy buen trabajo del actor James McAvoy, que interpreta a un paciente con personalidades múltiples que secuestra a tres muchachas con fines perversos.
El verdadero misterio radica en los últimos 30 segundos de la película que la conectan de alguna forma con otra cinta del director, Unbreakable (El Protegido), y nos hace sentir que esta historia es parte de algo mayor.