Director: Isao Takahata
Género: Animación, fantasía
Lejos de la pirotecnia de la animación generada por computadora, llega la historia de «La Princesa Kaguya», una leyenda ubicada en el Japón feudal, que además de rescatar cultura y tradiciones, también revive la animación tradicional y las ilustraciones de los cuentos populares de ese país de Asia.
La más reciente producción del mítico Studio Ghibli, no es sólo una leyenda para niños, se trata de un relato preciosista que lo mismo habla del despertar a la madurez, la búsqueda de identidad y valores que de la realización del amor y la religión.
Takahata hace un fino y sencillo retrato sobre las costumbres japonesas vistas desde los ojos de una mágica princesa que tal como llega, algún día tendrá que dejar la tierra.
Con un marcado tono melancólico el director nos hace reflexionar sobre nuestra misión en la vida, sobre la riqueza y el significado de la realización.
La cinta fue nominada en la categoría de mejor película animada en la más reciente entrega de los Óscares, pero sus logros van mucho más allá de la técnica, heredada sin duda del maestro Hayao Miyazaki, una historia sensible y emotiva capaz de tocar las más sensibles fibras de la emoción.