Enfrentar la ausencia, enfrentar la muerte, permanecer de pie.
Dirige: Sebastián Lelio
Con: Daniela Vega y Francisco Reyes
Una mujer camina por la calle, la ventisca se convierte en ventarrón dificultando cada vez más sus pasos, avanzar se hace casi imposible, a pesar de todo, la mujer, Marina, camina y avanza.
La imagen funciona como metáfora, y hasta como sinopsis, de la más reciente ganadora del Oscar en la categoría de película en lengua extranjera, el reconocimiento que se suma a los premios de Berlín, Fénix, Goya y el Independent Spirit.
La película de Lelio es tan poderosa como liberadora, la muestra de que el cine latinoamericano, en especial el chileno, está entrando en la modernidad e incluso la vanguardia que sólo se puede contar desde la originalidad.
La música y la fotografía forman una parte sustancial de la película, pero es la actuación de Daniela Vega como Marina, la que sostiene la película como una roca inamovible, como si estuviera cargada de fortaleza e ideales.
Una película esencial y pertinente para el cine de América Latina, que ha demostrado estar al frente de las vanguardias, más allá de las identidades.