No se puede renunciar al instinto.
Uno de los personajes centrales en la obra del marqués de Sade, pierde la inocencia, trazando un camino sin retorno hacia la perversión. No es casualidad que la protagonista de «Voraz» comparta el nombre con la heroína de Sade.
Justine es una chica de 16 años que inicia su primer año en la facultad veterinaria. Tras los ritos de iniciación, algo despierta en ella, y no nos referimos sólo al instinto sexual.
La música, la estética general y la actuación de la joven Garance Marillier destacan en este largometraje debut de la directora francesa Julia Ducournau, que tomó por sorpresa a la audiencia de los festivales de Cannes y Toronto.
La película de Ducournau, se presenta como una metáfora a la perdida de la inocencia (coming of age), en una época en la sangre vende más que el sexo.