El triunfo de la belleza cotidiana.
Paterson es una ciudad en Nueva Jersey. Paterson es un poema épico publicado en cinco volúmenes, que el poeta americano William Carlos Williams dedica a esta ciudad. Paterson también es el nombre del protagonista poeta de la más reciente película del director de culto Jim Jarmusch, cinta que por cierto, lleva el nombre de Paterson y que se desarrolla en la ciudad de Paterson.
Es fácil adivinar que ninguno de estos datos es mera coincidencia, se trata de «versos» con los que el autor compone, más que una película, un poema.
Poema o película, el resultado es brillante y se instala de una forma poco común, y la vez familiar, en la filmografía de Jarmusch.
Se trata de una suerte de versión fílmica del poema de William Carlos Williams, en el que se rescata la poesía como escape del la rutina o como la belleza dentro del cotidiano.
Paterson retrata las pequeñas variaciones en la rutina de un poeta y conductor de camión interpretado por Adam Driver (el apellido tampoco parece mera coincidencia), a lo largo de una semana. Así de simple, así de poético.
La poesía de Paterson se mezcla con la William Carlos Williams, la ciudad del poeta se mezcla con la del conductor, la película se mezcla con la poesía y nos es difícil distinguir una cosa de la otra, pero en ambas encontramos la razón de los días y la belleza en sus pequeñas variaciones.