El futuro presente.
Crisis migratorias, atentados terroristas en Europa e infertilidad inexplicable; no es un recuento de los sucesos de 2016, es parte de la trama de Children of Men del director Alfonso Cuarón, una película que revisamos a 10 años de su estreno.
Considerada en su momento como un fracaso económico al recaudar apenas los 70 millones de dólares, cuando su costo de producción fue de 76, fue clasificada como una cinta de Ciencia Ficción, pero los ambientes eran bastante ordinarios, poco limpios y bastante deteriorados, también muestras de gadgets super avanzados eran realmente escasas, por otro lado las nominaciones a premios la dejaron fuera de las categorías importantes, todo eso contribuyó a que los estudios no supieran cómo promocionarla, dejándola a su suerte.
Pero su realismo distópico, la fuerte crítica al sistema, su profundo contenido filosófico y su excelente realización técnica le granjearon críticas positivas y posteriormente su clasificación como filme de culto.
Su relevancia y valor trascienden su calidad cuando alcanza una vigencia única 10 años después de haber sido exhibida comercialmente, cuando las coincidencias parecen proféticas y aterradoras.
Las primera de estas coincidencias sucede al haber sido rodada en Gran Bretaña, a la luz de sucesos como el BREXIT, que potenciaron las crisis migratoria en Europa, resulta incómodo ver esta historia en el presente.
Una de las primeras secuencias tiene lugar en un café en el que estalla una bomba producto de un atentado terrorista, aquí el horror de la película se queda corto en su representación si hacemos una comparación con los atentados de Francia, Bruselas, Berlín, etc.
Está no ha sido la primera película en hacer predicciones del futuro, es un fenómeno que surgió con la Ciencia Ficción literaria, pero nunca antes se había aproximado de una forma tan siniestra y realista al presente.
Bien se dice que la realidad supera la ficción, en este caso se empareja, esta película es la mejor prueba.
La película supera con creces la prueba del tiempo y se instala entre las historias y fenómenos más estudiados al momento de aplicar teorías proyectivas, pero lo cierto es que sigue siendo melancólicamente inquietante.