Conciliarse con el pasado o aprender a vivir con sus consecuencias.
Director: Joel Edgerton
Género: Misterio, thriller
El que en principio parecía un casting no tan adecuado para un thriller, resulta una muy acertada decisión conforme avanza la película y nuestras expectativas.
La anécdota es casi tan simple que cuesta trabajo creer que llegará tan lejos; una pareja, Simon y Robyn (Jason Bateman y Rebecca Hall) se muda de Chicago a Los Ángeles gracias a una gran oportunidad laboral, en el proceso reencuentran a Gordo (Joel Edgerton) un antiguo y extraño compañero de escuela de Simon, que busca desesperadamente ganarse la amistad de la pareja.
A partir de este momento todo son giros de tuerca, secretos revelados y sorpresas que capturan nuestra atención sin soltarla hasta el final.
La primera sorpresa es la película misma, una buena historia bien contada, que aterriza perfectamente en la pantalla.
También sorprende Jason Bateman que se aleja de su zona de confort en la comedia y se arriesga con un papel más dramático y profundo.
Pero la sorpresa mayor recae en Joel Edgerton, quien no sólo interpreta al inquietante Gordo, también dirige y escribe esta cinta de manufactura elegante y cuidada que además nos deja reflexiones sobre la moral y los efectos de la mentira.
Tal vez, lo único de lo que adolece la cinta es de un ritmo desigual, a veces pausado, a veces frenético y de querer incluir elementos de más que terminan sobrando.
Esta película entra en la categoría de «A que no lo esperabas».