¿Qué historias, qué personajes y sobre todo qué culturas quedaron excluidas de la lista de nominados de este año?
El penoso caso de Amy Adams que fue incluida entre las actrices nominadas, para ser eliminada de la lista segundos después, no es la única omisión de la Academia Americana este año, pero también está lejos de ser la más escandalosa. Empecemos por las películas.
Sing Street
Es muy probable que esta película de espíritu independiente y una bien balanceada mezcla de éxitos musicales de los 80’s con composiciones originales, le hubiera arrebatado algunas estatuillas a La La Land, por lo menos el guión es más original y las actuaciones más creíbles, en todo caso una película que adapta los recursos de los musicales de forma más adecuada y natural para nuestros tiempos.
The Handmaiden
Si hay un director con una trayectoria impecable ese es Park Chan-wook, esta exquisita obra calificada como una de las mejores películas del año quedó eliminada de la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera, descalificando así la importante tradición del cine oriental.
Paterson
Serias introspecciones y criticas a la vida moderna no son el fuerte de la Academia, más si vienen de la mano del legendario Jim Jarmusch.
Lo and Behold
Al parecer las audiencias americanas todavía consideran al documental un género menor no muy digno de atención, tal vez por eso no han comprendido la imponente trayectoria de realizadores como Werner Herzog, nada podía ser más importante y actual que una película que hace recuento de de la historia de Internet.
The Birth of a Nation
Esta película era la oportunidad perfecta para remediar la polémica del año pasado por la falta de afroamericanos nominados, pero esta omisión, luego de haber sido considerada una de las mejores películas y segura contendiente, no está libre de controversia, pues se reveló que sobre el director Nate Parker pesaba una demanda por violación, dicho sea de paso, el proceso legal falló a su favor. No es el caso de Casey Affleck, que sí está nominado, que también fue denunciado por acoso y cuyo caso se resolvió fuera de tribunales.
Si bien hay categorías como la de mejor actriz, la lista está lejos de cumplir con la cuota de género, sin directoras y sin personas abiertamente LGBT.
¿Cabe preguntarse si los criterios de la Academia responden verdaderamente a la calidad de las obras o es una mera estrategia para auto congraciarse, para favorecer a ciertos sectores o para guardar la compostura escudándose bajo la corrección política?